08 mayo 2010

ESTADISTICAS
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Por el año 1834, A Coruña tenía, aproximadamente, catorce mil habitantes. Había dos mercados semanales, miércoles y sábados, y se celebraba el de granos y harinas en la "Plaza dá Fariña", nombre que evidentemente le daba este negocio al aire libre que tenía esa plaza.
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Las murallas que defendieron el recinto antiguo de la población, resistieron hasta el año 1840, cuando se comenzaron a derribar ya que impedían la unión de la parte vieja con la nueva. El peñascal que les daba asiento sirvió para trazar la actual Plaza de María Pita, que se conocía por Campo de San Agustín y con ello se logró la continuidad entre Ciudad Vieja y Pescadería.
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Pagaban ya sus contribuciones, los tenderos y almacenistas cuyas actividades se clasificaban de la siguiente manera:
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Mercaderes de lonja o con lonja de chocolate; fondistas que dan posada y de comer; tratantes de madera del reino; cereros con tienda abierta; constructores de anteojos comunes; propietarios de mesas de billar y trucos; plumistas, manguiteros, deslustradores de paños y otras muchas denominaciones curiosas.

6 comentarios:

Titajú dijo...

Pues ahora hemos sustituido los manguiteros por mangantes, y a los plumistas por plumeros... No sé yo si hemos salido ganando...

millenium dijo...

Para nada... en estos casos, "cualquier tiempo pasado fue mejor"... totalmente cierto.

Matapollos dijo...

...¿Lonja de chocolate? Eso suena a las mil maravillas.

millenium dijo...

Suena genial... de propietario... y de cliente.

PMM dijo...

¿Constructores de anteojos comunes? Y para los que los necesitaban especiales?

millenium dijo...

¡Aaaah!... ni idea, imagino que los habría.

Igual los habría y no pagaban contribución, o los traían de otros lugares, eso ya... me pillas. :-)