22 marzo 2010

TARJETA DEL FUMADOR
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Desconocedor de la existencia de la misma hasta que Matapollos en un comentario en la entrada sobre racionamiento, el pasado 13 de febrero, la "tarjeta del fumador" fue establecida por una Circular del Gobierno de 22 de enero de 1941, entrando en vigor el 22 de marzo del mismo año.
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Dicha tarjeta había sido implantada en los Ayuntamientos de A Coruña, Arteixo, Cambre y Oleiros, por lo tanto, a partir del 22 de marzo los expendedores de la Companía Arredentaria de Tabacos no podrían facilitar ninguna ración de tabaco sin el previo corte del cupón correspondiente.

20 comentarios:

Titajú dijo...

Pues como siga así la ley antitabaco, ya veo la venta de cupones de tabaco otra vez en boga. pobrecitos fumadores... parecen apestados... (y yo no soy fumadora)

millenium dijo...

Particularmente, estoy a favor de la ley antitabaco.

No fumo, aunque fumé y bastante hasta hace unos años. La verdad es que el fallecimiento de mi padre por EPOC me sirvió de lección por lo sufrido por él y por lo vivido por los demás. Que reconozco eso, sino hubiese sucedido eso igual ahora estaría fumando todavía.

Matapollos dijo...

Pues sí que suena muy curioso eso de "ración de tabaco", quizás no vendría mal retomar la idea del racionamiento.
También soy exfumadora, aunque nunca fumé mucho sí me costó dejarlo. Mis hijos me ayudaron.
Saludos y salud, Millenium.

millenium dijo...

Gracias e igualmente, Matapollos. Quizá, por la época en que vivimos, el racionamiento de aquellos tiempos venga a ser la ley antitabaco de ahora, cambiando el límite de cigarrillos por el límite de espacios, aunque limite lo que se limite mientras no se limite el propio fumador, pues...

A mi costar pues pudiera decirse que no me costó, desde que me puse a dejarlo, por un método progresivo sin parches ni chicles ni sustitutivos pues tardaría unos veinte días. Empiezas, a los pocos días tienes que ponerte un día para, a partir del cual, no fumar más y hasta ese día ir disminuyendo el número de cigarros. Fueron veinte días y no tuve apuros, la verdad lo llevé bien incluso después de dejar de fumar.

Pero... pero, claro, a esos veinte días se le pueden añadir los catorce meses que pasáramos con mi padre con sobresaltos, preocupaciones, temores y todo lo que conlleva una enfermedad como la EPOC.

Sí, en realidad, el plan o el método fue de veinte días, de acuerdo pero bueno, veinte días con esos catorce meses en la cabeza bastantes veces, con lo cual, veinte días lo que se dicen veinte días sí pero con un cursillo obligado de "el tabaco y sus efectos" que seguí con mucha atención y quedándome todo bien clarito. :-)

Titajú dijo...

Mi padre es fumador, y tiene casi 84 y una salud de hierro. Pero él sólo fuma puros, ¿tendremos Sara Montiel para rato?
Los exfumadores son los más duros con los espacios libres de tabaco; a los no fumadores no nos preocupa tanto. Aunque tengo que reconocer que en algunos bares el aire es irrespirable.

Matapollos dijo...

Pues yo utilicé un método muy similar al tuyo, Millenium, quizás me costó tanto porque fueron menos días y los niños me llevaban la cuenta, con el consiguiente agobio, que me producía más ansiedad.

LLevo cuatro años sin fumar y a veces aún me acuerdo del tabaco; a lo mejor tiene razón Titajú y no es mala idea un purito de vez en cuando.

millenium dijo...

Ojalá tengamos Sara Montiel para rato y que tu padre, Titajú, incluso la supere siguiendo con esa salud de hierro.

Yo, ya no es que sea más exigente en relación a los espacios libre de tabaco es que, por ejemplo, las salidas con los amigos de toda la vida se ven influenciadas por ello. Parejas con las que salíamos a menudo, fumadoras, ahora prácticamente en invierno apenas nos vemos fuera de casa. Ya no es respecto a mí sino a mi hija, soy muy estricto en eso, ya no soy mucho de cafeterías y menos si no tienen espacio reservado para no fumadores. Es curioso lo que me molesta el humo ahora de una persona que fuma cuando antes ni lo notaba e incluso lo provocaba y aspiraba yo el de mi propio cigarrillo.

Matapollos, yo dejé hace casi seis años y conté con una ventaja, que mi niña no sabía contar :-). Hoy en día que ya está empezando con las tablas de multiplicar podría desquiciarme. :-)

En cambio, ves, Matapollos, yo nunca me acuerdo del tabaco, bueno, acordar sí pero para nada pienso en que podría fumar uno o en cuando fumaba. Me sorprende un poco eso pues yo era bastante fumador, una cajetilla al día al menos, sin ser días agobiantes en los cuales cajetilla y media sino dos pero bueno. Por eso, lo de puro, uy, yo ahí ya, complicado. El puro, dicen los buenos fumadores de puros, se saborea, no se traga el humo, se disfruta y yo, pues... siempre fue por vicio primero y por adicción después.

No, si lo reconozco, yo por lo de mi padre que escarmenté con ello que sino es muy probable que hoy siguiese fumando.

Titajú dijo...

¡Haaaaaalaaaaaaa, ocho comentarios!!!!!!!!!
¿lo celebramos con un cigarrillo? Ya me contaréis, vosotros que habéis sido fumadores, qué es lo que le habéis visto al tabaco. Es caro, sabe mal, es maloliente, perjudica y deja los dientes amarillos.
No lo entenderé en la vida.
Pero si hablamos de pipas, entonces todo son ventajas: son baratas, huelen bien, saben mejor, son sanas y fortalecen los dientes. Por lo menos los de los roedores. Y creo que a estas alturas, yo ya formo parte de ellos.

Titajú dijo...

¿Había cupones para pipas?

millenium dijo...

Tantos comentarios es normal, ya lo dicen las cajetillas, creo, el tabaco crea adicción. :-)

Y las pipas también... pero no matan. :-)

Matapollos dijo...

¿Hemos batido un record?
Lo véis, oigo hablar de pipas y ya pienso en el tabaco de pipa. (Por cierto ya que digo record, Record era una marca de tabaco negro).

El tabaco es tan adictivo que se crea la propia adicción antes que el disfrute del vicio.
Nunca fuí fumadora social y ahora que lo he dejado no me molesta estar con gente que fuma, ni el olor, ni entrar en lugares cargados de humo, es más, creo que inconscientemente me acerco a ellos, para poder pillar algo...

Hay quien dice que no hay drogas, que cualquier cosa puede ser droga si provoca una adicción.
La clave está en la forma de consumo, quizás si de nuevo se racionase el tabaco e incluso hubiese que liar los cigarrillos con toda la calma y ceremonia, podríamos disfrutar sin caer en un consumo compulsivo y la consiguiente adicción.
En fin, si es que, sé que está mal decirlo, pero fumar es un placer...

millenium dijo...

Pues sí, hemos batido un récord, ya no es que lo hayamos batido es que lo estamos poniendo, para este blog, inalcanzable.

Record, una marca, efectivamente, no sé cual fue la marca de mis primeros cigarros, aquellos a escondidas y después chicle, no lo recuerdo la verdad, sí que recuerdo esa marca fumándola mi padre quien, por cierto, tenía o hacía algo muy curioso, no fumaba por las mañanas, para mí algo admirable. Tan admirable que no fumara por las mañanas como incomprensible que fumara tanto después por la tarde y por la noche.

Totalmente de acuerdo contigo, Matapollos, en que fumar moderamente puede ser un placer. Fumando contados al día, en momentos concretos sí que el tabaco puede ser placentero, ahora que a partir de determinados cantidades, como era mi caso, una cajetilla, los cigarrillos placenteros se puede decir que pocos.

El propio tabaco con tanto consumo disminuye el placer de fumar y se fuma la mayoría por vicio o lo que es peor, por inercia, encender el cigarro como gesto reflejo.

Titajú dijo...

¿Pues sabéis qué?
Mi primer dolor de muelas fuerte, fuerte, me dio en primero de carrera con un examen de historia. No tenía dinero para doparme y el médico me quedaba muy lejos (podía haber ido por el seguro escolar, pero de eso me enteré después), así que sobreviví dos semanas con un remedio casero que me dio una amiga: fumar celtas sin filtro.
Me anestesió la muela, los pulmones y el cerebro: suspendí el examen.
Al mes siguiente, tenía tal infección en la boca que tuvieron que abrirme para quitar la dichosa muela del juicio.
Única que me salió, y que me quitaron; no fuera a ser que me volviese una chica responsable y en casa no me reconociesen.

millenium dijo...

¿Celtas sin filtro como sedante?...
cigarrillos para fumar sin filtro y que pudieran tener función sedante, pues... sí, pero Celtas, sólo Celtas no lo sabía. :-)

Yo, en cambio, ves, si tenía problemas en la boca, si fuera al dentista, si me molestaba alguna pieza, ahí, en esos casos, fumaba menos e incluso aún tiraba unas cuantas horas sin fumar.

Titajú dijo...

Pues la única vez que fumé en mi vida fue esa, y quedé tan asqueada, que nunca más.
Es que los celtas sin filtro eran mortales de necesidad.
Ahora me pregunto; ¿sería esa la razón por la que no tenía novio? Porque el aliento tenía que ser patético.

millenium dijo...

Pues pudiera ser esa la razón por la que no tuvieras novio... :-) ... pudiera ser, sí.

Ahora entiendo yo porque no ligaba... ¡¡¡¡ si fumaba una cajetilla al día !!!! :-)

Titajú dijo...

Mira tú... años después... Está claro que tuvo que ser el aliento.

millenium dijo...

Pues sí que dió de si esta entrada. :-)

millenium dijo...

Ah, por cierto, si volvería a nacer, sabiendo lo que sé, fumar sería una de las cosas que no haría.

Titajú dijo...

Pues si volviese a nacer, creo que haría exactamente lo mismo que he hecho hasta ahora.
Miento. JAMÁS me presentaría al Consejo Escolar. Ha sido el mayor error de mi vida con mucho.